jueves, 9 de junio de 2016

La caída.

Quería volar,
pero me quedé quieta en el aire
porque no tenía tus alas.

Y caí,
pero no dolió
físicamente.

Y lloré,
pero no de amor,
sino de miedo.

Miedo a lo que venía,
a lo desconocido,
a no volverte a ver,
a no saber qué era la vida sin ti,
a no saber seguir.

Pero me di cuenta de todo lo que valía,
contigo
o sin ti.

Que nadie muere de amor
y nadie vive de él.

Todo vuelve a ponerse en pie tras la caída,
con ayuda
o a solas.

N.

No hay comentarios:

Publicar un comentario